Pedro colgó el teléfono extrañado. ¿Porque le habría dicho Paula a Marcela que había quedado con él? ¿porque le habría mentido? No entendía nada.
Una vez terminado el encargo, Paula tomó un taxi para ir a casa. Estaba nerviosa y emocionada. Quería saber si a Pedro le gustaría la sorpresa, pero aún no se lo diría, esperaría el momento oportuno para decírselo.
- ¡Bebé! ¡ya he llegado! - dijo entrando en la casa y cerrando la puerta.
Pedro bajó las escaleras para reunirse con ella.
- ¿Me extrañaste? - dijo poniendo cara de niña buena y rodeando su cuello con los brazos.
- Si - dijo secamante.
- Bebe ¿te pasa algo? ni siquiera me has dado un beso - dijo haciendo pucheritos.
- ¿Donde has estado? - dijo muy serio.
Paula frunció el ceño.
- Con Marcela y su novio, me lo ha presentado.
- ¿Has estado con ellos hasta ahora?
- Claro, ¿donde iba a estar sino?
- Ok. Oye me voy a dar un baño en la piscina, luego hablamos.
Apartó los brazos de Paula de su cuello y salió de la casa para ir al jardín. Ella estaba confusa. Pedro había estado tan frío con ella que eso la preocupó. ¿le habría pasado algo en la oficina cuando ella no estaba? o lo que era peor, ¿habría hecho algo mal?
No dejaba de darle vueltas al asunto. Paula le había dicho la verdad, pero solo en parte. Después de estar con ellos se había ido a casa, pero antes había ido a otro sitio y él quería saber el motivo por el cual Paula se lo ocultaba.
Media hora después Pedro fue a su cuarto para ducharse y cambiarse de ropa. Aún estaba algo enojado, pero sabía de debía confiar en Paula y que ella no le ocultaría nada grave y si no en su momento se lo diría.
- Claro, mañana nos vemos.
(- Espero que a su novio le guste la sorpresa)
- Si yo también.
(- ¿Entonces a las 11:00?)
- Si, allí estaré.
(- ¿Él lo sabe?)
- No, no sabe nada.
(- Ok, bye)
- Bye.
Paula se volvió y vió a Pedro frente a ella de brazos cruzados.
- ¿Desde cuando llevas ahí? - preguntó asustada.
- ¿Con quien hablabas?
- Con… con Marcela - la voz le empezaba a temblar.
- Ya… con Marcela. Pues fíjate que no te creo - dijo acercándose a ella.
- ¿Por qué no? - empezó a andar hacia atrás.
- ¡Dime con quien hablabas! - gritó furioso.
- ¿Qué es esto un interrogatorio? - dijo empezando a molestarse.
- Dime con quien hablabas en este momento.
- que pasa ¿Qué ahora tengo que darte explicaciones de todo lo que hago?
Pedro la agarró de los hombros y empezó a zarandearla con fuerza.
- Pepe me estás lastimando - dijo mirándolo con ojos llorosos.
- ¿Qué es lo que me ocultas? ¿Por qué me mientes?
- Pepe por favor suéltame, me haces daño - dijo a punto de llorar.
- ¡dímelo! - gritó fuera de sí.
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