- Pau no me encuentro muy bien, ¿crees que puedas atender la mesa 5 en lo que yo me repongo? - le preguntó Isabel.
Isabel era una de las camareras del restaurante donde trabajaba Paula. A diferencia de ella, Isabel llevaba trabajando varios años allí. Cuando Paula entró a trabajar ella se enseñó como hacer para soportar las duras horas de trabajo en ese lugar. Desde el principio la trató como a una más y a medida que el tiempo pasó llegaron a hacerse grandes amigas.
- Claro que sí. ¿sabes si hay alguien ocupando la mesa? - le preguntó.
- Creo que llegó una pareja.
- ¡Genial! Ahora tendré que soportar a la pelirroja ricachona. El marido rico que saca de paseo al trofeo que tiene por esposa, y a la esposa prepotente que mira por encima del hombro. Estos son los peores clientes ¡arrg! - puso cara de asco.
- Deja de quejarte y ve a atenderlos - le regaño Isabel.
- Si no hay mas remedio… - dijo resignada.
Paula salió de la cocina con las cartas del menú en la mano y se acercó a la mesa que debía atender Isabel.
- Buenas noches, aquí les traigo las cartas para que hagan su elección.
- Oiga preciosa ¿nos podría traer una mas? Es que falta alguien por venir.
- ¡Marcos no seas grosero! Perdone a mi amigo es que está algo loco.
- No pasa nada. Ahora mismo se la traigo.
“¡Lo que hay que aguantar!” pensó mientras iba de vuelta a la cocina a por la tercera carta. “¡me debes una Isabel!”
- ¡Estás bobo o que!! ¿Cómo se te ocurre decirle eso? - le regaño Marcela.
- ¡Oye es la verdad! Esta buena y yo se lo he dicho ¿Qué tiene de malo?.
- ¿Quién esta buena? - dijo Pedro llegando y sentándose en una silla.
- ¡la camarera! ¡la hubieras visto! Es preciosa - Marcela le dio un zape.
- ¡cállate estúpido! ¿y tú porque llegas tan tarde? ¿Dónde te metiste?
- Tuve que arreglar unos asuntos… pero ya los solucione ¿pidieron ya?
- No, te estábamos esperando. La camarera ahora te trae para que elijas. - le dijo Marcela - por cierto… ¿ya has hablado con la chica esa?
- ¿la de la casa? Si, si… hoy mismo se muda.
- Nos la tienes que presentar, yo quiero conocerla - intervino Marcos.
- Ya habrá tiempo para eso. - dijo el entonces.
Paula salió de la cocina y se dirigía a la mesa 5 cuando vió a Pedro sentado junto a los dos clientes que había atendido antes.
- ¡NO! ¡no puede ser! ¡me quiero morir!
- ¿Qué ocurre? - dijo el jefe de Pau viendo que se ponía muy nerviosa.
- Que tengo un problema con las mesa 5... No puedo atenderla…
- ¿y eso? ¿te han tratado mal o te han faltado al respeto?
- No… nada de eso. Solo que… - no le salían las palabras.
- ¡Basta de pretextos! ¡ponte de inmediato a trabajar! - y dicho eso le alejó.
Paula tragó saliva. No tenía otra opción mas que atender a la mesa, sino la despedirían sin compasión. Ella no podía permitirse ese lujo, necesitaba el dinero y no era fácil encontrar un trabajo en el que pagasen tan bien como en ese sin tener experiencia.
Ese mal trago solo duraría por un tiempo, mañana todo cambiaría… mañana despertaría en otra casa… con una vida nueva y más responsabilidades. Por el momento debía enfrentarse a esa situación. Claro que también tendría que hacerlo durante un mes.
Ayyyyyyyyyyyyy, qué momento van a vivir. Ya quiero leer el siguiente cap. Van a quedar en shock los 2 creo jajajaja
ResponderEliminarMuy buenos capítulos! lo que va a ser ese encuentro!
ResponderEliminarUyyyy lo que se viene !!!
ResponderEliminarGUUUUAUUUU POBRE PAU
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