-Dime... ¿Cuándo pensabas revelarme que eras la hija de Miguel Chaves, antes o después de la boda?
-Después... pero...
-Claro, después-su tono era cada vez más amargo-. ¡La hija de Miguel Chaves, mi esposa!
Paula se levantó agitada. Pedro tenía derecho a estar enfadado y ella no sabía cómo justificarse. Hasta ese momento lo que había dicho era cierto...
-¿Qué era lo que te estaba diciendo David Phillips hace unos momentos? -quiso saber Pedro-. He estado escuchando su conversación, pero no he podido oírlo todo -se burló con una sonrisa.
-Me pidió que fuera su amante -susurró con altanería.
La mirada de Pedro se transformó.
-¿Y aceptaste?
-Por supuesto que no.
- ¿Por que no? -g ruñó -. Él es la causa de todo esto. No es tanto tu padre, como pretendes creer, sino David Phillips.
No quiso mirarle a los ojos.
-No sé a qué te refieres.
-Cuando David llegó aquí y me dijo que tú eras Paula Chaves, y que una vez habías jurado vengarte de mi padre, mi primera reacción fue la de ir a tu oficina y mandarte al diablo. Pero, de repente, recordé que tu actitud hacia mí cambió el fin de semana que te enteraste de la boda de David. Yo sabía todo lo que David le había hecho a Paula Chaves, ésa fue la razón por la cual no quise ir a la boda esta vez.
-No comprendo -frunció el ceño Paula.
-No, claro que no comprendes -torció la boca-. Parece que a pesar de haber pasado la noche conmigo, no me conoces todavía muy bien, ¿O sí? ¿Crees que apruebo lo que hizo mi padre con el tuyo? ¿Piensas que yo congeniaría con un hombre que persiguió a otro de tal forma que le obligó a quitarse la vida? ¡Pues no!
Pedro estaba furioso; no sólo le dolía que le hubiese engañado; sobre todo, le dolía que le hubiese juzgado mal.
-Desprecié la manera en que llevó el caso de tu padre, la forma en que le torturó mentalmente, fuera o no culpable, y le odié cuando tu padre, hundido en la desesperación, se quitó la vida.
Paula se estremeció al escuchar la referencia que había hecho a la noche pasada juntos, y se puso pálida cuando le reveló sus propios sentimientos acerca de la manera en que su padre había empujado al suyo a la muerte. Pudo darse cuenta de que Pedro despreciaba a su padre. Había muchas pruebas, la forma en que abandonó Inglaterra, la tensión entre ellos, el mismo comentario de Claude acerca de las diferentes personalidades de los dos, el hecho de que nunca hubiesen podido trabajar juntos. Muchas evidencias de que la ceguera le impidió ver a causa de su deseo de venganza.
-Desprecio lo que les hizo a tu madre, a tí -continuó Pedro con voz acerada-. Inclusive quise buscar a tu madre después. Dios sabe que lo intenté. Quería decirle, cuando menos, cuánto lo sentía. Aunque sabía que nada podía consolarla en esos momentos.
Hablaba con voz entrecortada.
-No tenía idea de los efectos que eso causaría en tí. ¿Todavía amas a David, es eso? -le preguntó frío.
-Te amo a tí.
Estaba profundamente conmovida por todo lo que le había dicho. No dudaba de una sola palabra, le conocía lo sufuciente como para saber que ésa hubiera sido su reacción ante la crueldad pública de su padre con otro hombre.
-Convénceme.
-Es la verdad.
-No te creo -negó con la cabeza-. Y aunque te creyera, jamás nos iría bien. Cada vez que discutiéramos. y lo hacemos con bastante frecuencia, me recordarías lo que mi padre le hizo al tuyo. No podría soportarlo.
-Lo único que quiero es estar contigo -las lágrimas asomaron a sus ojos-. Puedes pedirme que me vaya cuando quieras.
La expresión de él era dura.
-Te estoy pidiendo que te vayas ahora.
Pedro se volvió, dándole la espalda, y se metió las manos en los bolsillos de los pantalones. -Y he hablado con Gabriel para que Andrea sea mi secretaria desde mañana. En este momento se lo estará diciendo.
-Si lo prefieres, me voy ahora mismo.
-No -se burló-. Claudio todavía no está muy fuerte, el saber que su secretaria favorita se marcha podría hacerle empeorar. Quiero que te quedes hasta que esté totalmente recuperado.
-¿Y luego me iré? -preguntó mirando su rígida espalda.
-Sí. Y luego te irás.
Se volvió reprimiendo un sollozo y salió corriendo de la oficina.
Ay! Era lógico que iba a enojarse! Que hdp David, vino a sembrar discordia! Muy buenos capítulos!
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