sábado, 26 de agosto de 2017

Guerra De Amor: Capítulo 20

Paula dió un sorbo a su té y se sentó en el estudio. No le gustaba su nuevo turno porque tenía que salir de casa a las cuatro de la mañana para estar en la emisora a las cuatro y media. Además, por la noche no le gustaba hablar de las noticias ocurridas durante el día a menos que alguno de sus oyentes quisiera hacerlo, pero la madrugada era diferente. La gente estaba deseando llamarlos para dar cualquier tipo de información de camino al trabajo. Su productor, Rodrigo, estaba fuera en el control, junto a la productora de Rolo, Vanina Sosa. Rolo era divertido y Federico le había comentado que a pesar de que llevaba tan sólo una semana, ya tenía fieles seguidores que lo escuchaban. Tenía un estilo peculiar que gustaba a los oyentes. Incluso su madre había escuchado el programa a través de Internet y le había comentado lo mucho que Rolo le había gustado.

—Buenos días, Pau. ¿Estás lista? —dijo Rolo entrando en el estudio. Dejó la taza de café que llevaba en la mesa y se puso los auriculares.

—Sí. No estoy muy segura de que me necesites.

Él ladeó la cabeza.

—Por supuesto que te necesito y mi productora también. Es más agradable cuando hay alguna otra mujer cerca.

—Te estoy escuchando, Rolo —dijo Vanina desde el control.

—¿Ves lo que te decía?

Paula contuvo la risa.

—¿Qué tal va la inscripción del concurso? —preguntó.

No había sabido nada de Pedro durante el fin de semana y se sentía intranquila. Se sentía atraída por un hombre que ya desde el principio la estaba fallando.

—No muy bien —respondió Rolo.

—Podríamos concertar citas entre los hombres y las mujeres participantes. ¿Qué te parece?

—Me parece una idea estupenda. Empezaremos contigo.

—Sí, claro, como si hubiera muchos hombres en Detroit deseando salir conmigo —dijo Paula con ironía.

—Estoy seguro de que los hay —dijo Rolo en tono amable.

Era un buen hombre a pesar de ser algo mandón. Paula se percató de que quizá su comentario la había hecho parecer una mujer insegura.

—Estoy saliendo con alguien.

—¿Por qué no le animas para que participe en el concurso? —preguntó Rolo.

—Cinco minutos para entrar en antena —los interrumpió Rodrigo.

—No sé —respondió Paula. ¿Por qué tenía que haber dicho eso? Pedro no la había llamado y no estaba segura de que fuera a hacerlo. Aun así, no le gustaban las citas a ciegas—. ¿Por qué?

—Si lo eliges a él y las cosas funcionan, será una buena promoción para el año que viene.

La sintonía del programa comenzó a sonar y Paula le guiñó un ojo a Rodrigo. No quería hablar de Pedro con nadie.

—Buenos días, Detroit. Demos la bienvenida a mi nueva compañera en las ondas, Paula Chaves, otro corazón solitario más. Está buscando un hombre y necesitamos voluntarios para el concurso Un kilómetro de hombres.

—Eso es, Rolo, estoy buscando al hombre ideal y apuesto a que muchas otras mujeres de Detroit lo están buscando también. Así que acompáñanos el día de San Valentín y participa en nuestro concurso.

Rolo continuó informando a los oyentes de las reglas del concurso. De pronto, apareció un mensaje en la pantalla del ordenador: Tienes una llamada personal por la línea dos. Rolo acabó de hablar y apretó el botón de la música.

—Enseguida contestaremos las llamadas de nuestros oyentes.

 Paula descolgó el teléfono y apretó el botón de la línea dos, asegurándose de que no estaba en antena.

 —Hola, soy Paula.

—¿Sigues buscando un hombre? —preguntó Pedro con voz seductora.

—Esa es la razón de que esté aquí.

—Siento no haberte llamado el fin de semana. Algunos compañeros de Universidad han venido a visitarme y querían conocer la vida nocturna de la ciudad.

—No tienes que explicarme nada.

Se sentía dolida y a pesar de lo que dijera, nada iba a poder aliviarla. Estaba segura de que la marcha nocturna habría acabado para Pedro en su casa con alguna rubia.

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