¿Cómo era posible que la pasión compartida en los primeros meses de su matrimonio se convirtiera de pronto en un frío resentimiento?
Poco tiempo después del matrimonio, Paula y Pedro Alfonso comenzaron a tener serios problemas. Tal vez nunca debieron casarse porque tenían diferentes temperamentos y puntos de vista sobre los aspectos de la vida... y era obvio que el hecho de que Pedro estuviera comprometido con otra mujer, no mejoraba la situación.
Pero, ¿se arreglarían las cosas si Paula se dirigiera a su viejo amigo David, quien le dió a entender con toda claridad que quería ser algo más que un amigo?
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