jueves, 18 de mayo de 2017

Por Tu Amor: Capítulo 40

-Supongo que me lo merezco -dijo él-. Y sí, te quiero en mi cama. Te deseo tanto como te deseaba cuando estuvimos en Irlanda. Pero no se trata de sexo, Paula. Te quiero en mi vida. Quiero tener hijos contigo. Quiero que envejezcamos juntos. Quiero hacerte feliz.

 -¿Entonces, me deseabas?

-Inocente Paula -sonrió y le colocó un mechón detrás de la oreja-. No tienes ni idea de lo difícil que fue para mí dejarte marchar esa noche.

-Entonces, ¿Por qué lo hiciste?

-Porque me asustaste cuando dijiste que era tu primera vez. Porque eres una gran responsabilidad y un maravilloso regalo. Porque no soy lo bastante bueno para tí.

 -No quiero volver a oír eso, Pedro. Eres un hombre bueno y decente.

-No lo bastante para tí.  Si lo fuera, me iría ahora mismo de aquí. Pero no puedo hacerlo, pau. Te necesito.

-No estás hablando de negocios.

-Eso es de lo último que quiero hablar -dijo enfadado-. Esto es algo personal. Cuando me dejaste en Londres me dí cuenta de que llevaba enamorado de tí mucho tiempo.

 Paula había conocido las diferentes facetas de Pedro Alfonso, pero nunca lo había visto tan desesperado. Tenía miedo de creer que aquello no fuera un sueño.

-Si esto es una manera de...

-No trato de ser encantador. No se trata de eso. Además, no funcionaría, porque me conoces bien.

Eso era cierto. Y su enfado la convencía más que su encanto de que estaba siendo sincero.

-Simplemente, te digo lo que siento. Te quiero y deseo casarme contigo. Y no me conformaré con menos.

 -Me has comprendido.

-Ningún hombre te amará como yo te amo. Ningún hombre te querrá más que yo mientras viva. Eres perfecta para mí -le tomó el rostro suavemente entre las manos e hizo que lo mirara a los ojos-. Tienes todo el derecho a torturarme, pero sé que me quieres.

 -¿Lo sabes?

 -Estabas dispuesta a entregarte a mí. Nunca he respetado a una mujer tanto como a tí. Si no hubiera sido tan estúpido... Daría todo lo que tengo para poder borrar el daño que te he hecho. Pau, dame una oportunidad. Deja que te lo demuestre.

 Ella sonrió y la felicidad la invadió por dentro.

 -Ya lo has hecho, Pedro. Y tienes razón. Estoy enamorada de tí. Te quiero con todo mi corazón.

Él cerró los ojos un instante.

 -Esta es la apuesta más importante de mi vida y quiero hacerlo bien -se arrodilló y sacó un anillo de diamantes del bolsillo-. Paula Chaves, ¿Quieres casarte conmigo?

-Sí.

 -¿Nos casaremos aquí? ¿En Florencia? ¿Y dejarás que te lleve de luna de miel a la ciudad que siempre quisiste visitar?

-Sí -susurró ella.

Paula nunca había creído en la posibilidad de tener todo lo que siempre había deseado. Pero cuando Pedro  se puso en pie, la tomó en brazos y la besó, supo que aquel chico malo conseguiría que todos sus sueños se hicieran realidad.




FIN

2 comentarios: