El príncipe Pedro Alfonso Al-Assad tenía tres reglas:
-No acostarse nunca con una mujer virgen.
-No acostarse nunca con una empleada.
-No casarse jamás.
Paula Chaves no era más que una limpiadora, pero el sexy jeque no pudo resistirse a sus encantos y no tardaron en acabar en la cama juntos. Paula era rebelde, pobre…, y ahora se había quedado embarazada de un príncipe.
Su honor lo obligaba a convertirla en su esposa…
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