jueves, 8 de diciembre de 2022

Mi Vecino: Capítulo 15

 —No creo que sea una cuestión personal, creo que odiaría a cualquier chica que se acercara a David.


—Entonces estará contenta de que te hayas trasladado a Londres —dijo Pedro con una media sonrisa.


—No me preocupa.


—¿Y qué pasa con David? Estará que se sube por las paredes sabiendo que vas a enfrentarte sola a los peligros de la gran ciudad.


No era una descripción que encajara con la realidad, por mucho que yo lo hubiese deseado. En realidad solo había mostrado una cierta envidia porque yo pudiera ir al Museo de Ciencias para ver el primer ejemplar de la marca Austin. 


-La reparación de su Austin de l922 atraviesa por un momento crítico. Yo solo sería un estorbo.


—Eso no me lo puedo creer —contestó Pedro con sinceridad.


—Escucha —atajé de repente—, quería decirte que siento mucho lo ocurrido esta tarde. La alarma, el paraguas… Estoy dispuesta a comprarte uno nuevo si se ha estropeado.


—La verdad es que no pude encontrarlo —repuso al final —Lo siento mucho. Parece que hoy me he levantado con el pie izquierdo.


—Sí, eso parece. ¿Por qué no me esperaste en el portal?


 Yo hubiera preferido que no tocara ese tema.


—Simple amabilidad —expliqué—. Te había robado el taxi, había perdido tu paraguas y había atentado contra tus tímpanos con la alarma. Pensé que te merecías un descanso.


—¿Conseguiste subir la maleta sin contratiempos? —preguntó sin sonreír.


¿Por eso me había pedido que lo esperase?, ¿Para ayudarme con la maleta?


—Sin contratiempos —contesté—. ¿Por qué no me contaste que vivías en el mismo bloque de departamentos desde un principio?


—Pensé que no me creerías, que sospecharías que estaba utilizando un subterfugio para pasar la noche contigo.


—Ah…


—Sabes que compartir el taxi con un desconocido en Londres puede resultar bastante arriesgado, ¿No? Supongo que por eso llevabas una alarma en el bolso…


—Mmm —murmuré, sin comprometer una respuesta. En realidad, el riesgo no había desaparecido, al menos eso era lo que me hacía pensar el ritmo ligeramente acelerado del corazón. Estaba un poco aturdida y prefería cambiar de tema. Me acerqué al montón de trozos de porcelana y busqué en alguno de ellos la marca del fabricante—. ¿Piensas que podré reemplazar este cuenco sin entrar en bancarrota'?

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