jueves, 16 de mayo de 2019

Eres Irresistible: Capítulo 24

Pedro entró en la casa y se apoyó en la puerta para recuperarse. Estaba plenamente excitado. Era la primera vez que experimentaba sexo mental. Contemplando a Paula, imaginándola desnuda bajo el albornoz, había tenido una increíble fantasía erótica que había estimulado cada milímetro de su cuerpo. Miró hacia la escalera, consciente de que el objeto de su deseo estaba en el piso de arriba, tras una puerta. Tuvo la tentación de subir, entrar en su dormitorio y besarla con tal frenesí que el beso de la mañana habría resultado inocente por comparación. Desde que había probado el sabor de su boca sabía que nunca se saciaría de él. Se frotó las manos en un gesto de desesperación, preguntándose qué demonios le estaba pasando. Había conocido muchas mujeres hermosas, pero ella le hacía sentir cosas que nunca había experimentado antes. Lo había hechizado. No la había visto en todo el día pero había estado presente en los comentarios animados de sus hombres, y en el hecho de que habían trabajado mejor que nunca. Tenía que haber una conexión entre su buen humor y su productividad, y la causante de ello era Paula.

Pedro les había oído especular sobre las delicias del desayuno que disfrutarían al día siguiente. Respiró profundamente y le llegó un exquisito aroma desde la cocina. Sobre el fogón encontró varias cazuelas en las que había pollo, guisantes y macarrones con queso. Una comida típica del sur que Paula sabía que sería de su gusto. Fue al cuarto de baño para refrescarse antes de cenar. El beso de la mañana había hecho que le resultara imposible estar cerca de ella. Entre sus hombres ya empezaba a rumorearse que Paula le gustaba, y durante el día, había tenido que aguantar las insinuaciones de sus hermanos y de Juan y Nicolás. Seguir insistiendo en que no era más que su cocinera empezaba a resultar ridículo. Para evitar que lo sometieran a un tercer grado, había rechazado la invitación a una partida de póquer en casa de Juan.

Afortunadamente, Marcos había vuelto a pasar unos días con Pamela, así que podría ir a verlo. Marcos parecía feliz en su vida de casado y Pedro se alegraba por él. Desde pequeños habían sido como hermanos, y cuando sus padres murieron en un accidente de avión, los dos se habían esforzado por mantener a la familia unida. Como Marcos era mayor que él unos meses, era el tutor familiar, pero los dos lo habían hecho todo juntos y habían tenido que ocuparse de sus hermanos y primos cuando nueve de ellos tenían menos de seis años. En aquel momento, todos ellos estaban ya en la universidad o trabajando con Marcos en Blue Ridge, la empresa que sus padres habían fundado años antes, y que entre los dos habían convertido en multimillonaria.

Un ahora más tarde, Pedro se relamía los labios tras terminar una deliciosa cena. No le sorprendió que Paula no bajara porque, igual que él, era consciente de que estaba sucediendo algo entre ellos que ninguno de los dos quería, y que la única manera de evitarlo era no viéndose. La atracción entre ambos era demasiado intensa. Ella se estaba convirtiendo en su debilidad, y si no ejercía mayor control sobre sí mismo, el deseo lo consumiría. Fue hacia la escalera sacudiendo la cabeza con incredulidad. En cuanto puso un pie en el primer escalón pudo oler a la mujer que despertaba su deseo. Su olor se filtraba por debajo de la puerta, perfumando el aire, excitándolo. Llevaba dos noches sin pegar ojo y se temía que le esperaba otra igual. Al llegar al descansillo, hizo rotar los hombros para relajarlos, y tuvo que obligarse a dar un paso delante de otro para pasar la puerta de Paula de largo. Cuando llegó a su altura alzó la mano hacia el picaporte, pero la dejó caer antes de llegar a tocarlo. ¿Qué le estaba pasando? Acelerando el paso fue hasta su dormitorio. Debía trazar un plan por lo menos hasta el fin de semana. Para entonces, ella tendría que ir a su casa para recoger el correo, regar las plantas o lo que fuera que tuviera que hacer. Lo importante es que pondrían distancia de por medio. Todavía faltaban tres días y rezó para poder aguantar hasta entonces.

1 comentario:

  1. Creo que la estrategia de Pedro no va a funcionar, no le va a servir de nada resistirse jajaja

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