martes, 12 de julio de 2022

Atracción: Capítulo 44

 –¡Espera!


Adrián y Martín asintieron compulsivamente.


–Pensaba que estaban deseando marcharse.


–Hay otra cosa –dijo Soledad, abriendo la puerta.


Una luz brillante iluminó la sala de juntas.


–¿Pero qué...?


Una atractiva mujer, vestida con un traje marrón, entró en la sala. Llevaba un micrófono en una mano y una botella de champán en la otra. Sus dientes blanqueados resultaban tan cegadores como la luz de la cámara que tenía detrás.


–Soy Nadia Martin, de Good Day Boise. Enhorabuena, Pedro Alfonso, ha sido nombrado Soltero del Año de Boise.


Con un movimiento inesperado, le dió la botella de champán y le puso el micro delante de la cara.


–Emocionante, ¿Verdad?


Pedro sintió que el estómago le daba un vuelco. La reportera tenía el brillo de los depredadores en la mirada, como si estuviera dispuesta a hacer cualquier cosa para conseguir su historia. Sin saber qué decir, se puso en pie.


–Gracias –la palabra salió de su boca más rápido de lo que esperaba–. Es... Todo un honor.


–Desde luego –Nadia batió las pestañas–. Recibió varias nominaciones.


¿Pero quién podía haberle nominado para Soltero del Año? No era el estilo de la abuela, pero Carolina sí tenía un extraño sentido del humor.


–Esto es de lo más inesperado. Estoy... Sorprendido.


–Pues yo no –Nadia le dedicó su mejor mirada seductora–. Chicas, aquí tenemos a un soltero que merece la pena conocer a fondo, porque es una joya.


Pedro no sabía qué decir, así que se limitó a sonreír. Los músculos de la cara le dolían.


–Soy Nadia Martin y me encuentro con Pedro Alfonso, director de Fair Face. ¡El Soltero del Año de Boise!


Las luces se apagaron. El objetivo de la cámara apuntó al suelo. Por fin podía ver de nuevo. Y respirar.


–Te veo el martes –dijo la reportera de repente.


–¿Martes?


–En el estudio.


–Te van a entrevistar en Good Day Boise –dijo Soledad, más solícita que nunca–. Tengo todos los detalles.


Pedro no daba crédito a lo que estaba oyendo.


–Nos vemos el martes entonces –trató de mantener un tono de voz calmo.


Nadia abandonó la sala.


–Sientense.


Los tres empleados tomaron asiento. La sonrisa de Pedro se borró de inmediato.


–¿Qué demonios es esto?


Martín y Soledad miraron a Adrián. Éste último movía el bolígrafo entre los dedos, haciéndolo girar cada vez más rápido.


–Adrián –dijo Pedro, lanzándole una mirada fulminante.


–Mi esposa me habló del concurso. Pensé que sería buena publicidad para Fair Face.


–Y yo estuve de acuerdo –dijo Martín.


–Yo también –dijo Soledad–. Es una oportunidad muy buena.


–¿Soltero del Año de Boise? –Pedro agarró el bolígrafo y golpeó la mesa–. ¿Se han vuelto locos?


–Es muy sencillo –dijo Martín–. Estamos recibiendo muy buenas críticas por la línea de productos infantiles. Las madres no dejan de llamar, pidiendo muestras. Es el momento perfecto para esto.


–Esta clase de publicidad no tiene precio –dijo Adrián–. Es por eso que te hemos nominado.


–¿Los tres?


Soledad abrió una carpeta.


–Hazte el soltero de oro. Dí que quieres sentar la cabeza.


–¿Qué? ¿Sentar la cabeza?


–Y tener familia –añadió Soledad–. El hecho de mencionar que quieres tener familia preparará el terreno para los nuevos productos infantiles.


–¿Cuál es el premio?


–Una cita contigo –dijo Adrián, sonriendo.


–Por favor, dime que se trata de una broma.


–No es una cita cualquiera. Es una cita de ensueño. Un paseo en limusina, una cena romántica en Pacifica, una discoteca para bailar... –añadió Soledad.


Pedro se revolvió en la silla. A Paula no le iba a gustar todoaquello.


–Pondremos un cartel publicitario enorme para promocionar el concurso, en algún lugar muy visible, donde pueda verlo todo el mundo –dijo Martín–. Lo podremos en la página de Facebook. Incluso podemos promocionarlo a nivel nacional. Podemos ofrecer billete de avión y hotel si la ganadora no es de Boise.


–Esto tiene que ser una broma.


–¿Te parece que estoy de broma? –dijo Adrián, como si el futuro de Fair Face dependiera de ello–. Tus requisitos para la mujer perfecta aparecerán en la web del programa. Las chicas podrán rellenar un formulario y ver si son compatibles.


Pedro tiró el bolígrafo.


–Eso es...


–Una estrategia de marketing brillante –dijo Martín–. Si terminas saliendo con la ganadora...


–Imagina si te casas con ella... –dijo Soledad.


–Estoy viendo a alguien.


–¿Estás viendo a alguien? ¿O saliendo con alguien? –preguntó Adrián.


Pedro titubeó.


–No es algo tan serio.


–Entonces no debería ser un problema –dijo Adrián.


–Ponte en mis zapatos.


–Bueno, un nuevo par de zapatos arregla muchas cosas, a veces hasta el corazón –dijo Soledad.


–No es nada personal. Es una decisión de negocios –dijo Martín–. Cuando terminemos con la campaña, dos de cada cinco madres usarán nuestros productos.


Pedro guardó silencio. Pensó en la exposición mediática, en los beneficios...


–Muy bien. Hagámoslo.

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