jueves, 14 de enero de 2021

Juego De Gemelas: Capítulo 6

Por suerte, la diferencia horaria entre Carramer y California era de solo dos horas y media, así que Paula pudo llamar a su gemela inmediatamente.


-Creí que no tendrías tiempo de llamar porque estarías muy ocupada - dijo sorprendida.


-Lo estoy, Pauli -dijo utilizando el diminutivo que habían acordado usar si algo no iba bien-. El vuelo fue perfecto y la bienvenida del Príncipe ha sido de lo más cálida y hospitalaria. Tengo una habitación suntuosa, más grande que la parte de abajo de casa.


-Bueno, ¿Y cuál es el problema, entonces? Pásatelo bien.


-¿No me has oído, Pauli?


-Sí, Carla, pero es muy pronto para que te arrepientas de casarte con el príncipe.


-Todo esto es un error. No me gusta mentir a Pedro -dijo Paula en voz baja.


En la habitación de al lado, había una doncella deshaciendo su equipaje, pero Paula no creía que estuviera escuchando.


-¿Se ha convertido en un ogro?


-Claro que no. Sigue siendo tan encantador como lo recordábamos. Incluso más -añadió en un tono de voz que hizo sospechar a su hermana.


-Supongo que lo que te da miedo es enamorarte de él si sigues con esto.


-Mis sentimientos no vienen a cuento ahora. Simplemente no soy buena actriz, no podré seguir con esto mucho tiempo -contestó Paula alegrándose de que su hermana no le viera la cara.


-Parece como si tu único problema fuera que te gusta más Pedro de lo que creías. ¿Dónde está el problema? -dijo Carla riéndose.


El problema era que no podía aspirar a tener nada con él mientras siguiera legalmente prometido con su hermana.


-Creo que deberías venir, como quedamos, y solucionar todo esto.


-Lo haré en cuanto Ariel y yo estemos oficialmente prometidos.  Creo que será pronto porque tengo que ir a Las Vegas a un desfile y Ariel ha pedido unos días de vacaciones para venir conmigo. Creo que quiere pedírmelo ya.


-¿Cuánto dura el desfile? -preguntó Paula con el corazón en un puño.


-Cuatro días, pero pensábamos quedarnos un poco más si Ariel tiene días. No me querrás fastidiar las vacaciones, ¿Verdad? Sabes que los dos las necesitamos.


-¿Cuándo piensas venir a Carramer? -preguntó controlando la ira.


-A lo mejor no tengo que ir si tú arreglas las cosas con ya sabes quién.


-¿Has tenido alguna vez intención de venir?


-Sí, por supuesto, pero ahora que tú estás allí y que parece que Pedro te ha aceptado, no creo que sea una buena idea que yo vaya a revolver las cosas.


-¿Y qué pasa con mi trabajo? -preguntó Paula pensando si su hermana no habría planeado aquello desde el principio-. Puedo estar un par de semanas fuera, pero no para siempre.


-Eso no sucederá. Si Pedro quiere llevarte al altar o algo parecido, no tienes más que contarle la verdad y así te mandará de vuelta tan rápido que no necesitarás ni avión -se rió Carla.


Eso era exactamente lo que Paula no quería que sucediera. Pensar en la reacción de Pedro cuando descubriera que le había engañado le hacía tener unos terribles remordimientos. Había aceptado mantener el engaño hasta que Eleanor estuviera prometida e iba a hacerlo. Esperaba que no fuera mucho tiempo.


-Llámame desde Las Vegas.


-De acuerdo. Tú serás la primera en saber que llevo el anillo de Ariel en el dedo -prometió Carla-. Deséame suerte.


Tras deseársela, a pesar de que era ella la que la necesitaba, colgó y se sintió más sola que en mucho tiempo. Decidió seguir el consejo de Pedro y descansar. La doncella había terminado de deshacer el equipaje y había preparado la cama. Se desvistió y se metió entre las maravillosas sábanas, pero no se podía dormir. Veía la cara de Pedro mientras le preguntaba qué hacía Paula. No pudo evitar pensar que parecía más interesado en Paula que en su supuesta prometida. 

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