El Millonario: Capítulo 28

 -Pau, no te vas a creer... -Florencia se detuvo de golpe y Laura se chocó contra ella.

-¡Flor, muévete!

-Oh, Paula. ¿Qué has hecho?

-¡Por fin ha comprado muebles! -exclamó Brenda.

-¿Por qué no se sientan, señoras? -sonrió Pedro, saliendo de la cocina con una botella de vino y un sacacorchos-. La comida estará enseguida.

Luego le dió la botella y sacacorchos a Paula, con una de sus sonrisas de alto voltaje, y volvió por donde había venido.

-Venga, chicas. Sientense -sonrió ella, señalando la mesa del comedor mientras tiraba el corcho al aire. 

Florencia la miraba como si le hubieran salido cuernos. Pero no se daba cuenta de que la propia Paula se sentía... rara. Y le encantaba.

-Siéntate, Flor. Hoy te doy de comer yo.

-¿Tu amigo Pedro ha hecho la comida?

-¿Eso importa?

-No, en serio, Pau. Si no es así, nos envenenarás. A menos que sea un sandwich de lechuga y tomate...

-Relájate. Es cosa de Pedro. Prometo no ayudar siquiera. Y ahora cállate y prepárate para comer bien.

Paula se dirigió a la cocina, donde Pedro estaba haciendo pasta a toda velocidad.

-Huele de maravilla. ¿Qué es?

-Una mezcla de tomate, romero, cebolla...

-¿Yo tenía todo eso?

-Tomates y cebolla en la nevera, el romero estaba en un frasquito de especias.

-Huy, ni idea.

-¿Tus amigas están sentadas?

-No, creo que se han quedado en estado de shock.

-Espero que puedan comer.

-Ah, eso seguro. Nunca he conocido tres mujeres a las que les guste más la comida. Pero primero tendrán que echarle un vistazo a los muebles y darme su honesta opinión.

-No son tímidas, ¿Eh?

-No, qué va. Oye, espero que esta vez te quedes a comer. Y que te caigan bien -sonrió Paula.

-¿Es importante que me caigan bien?

Paula, que iba a probar la salsa, se quedó inmóvil. Y la ligereza que había sentido un segundo antes en el corazón, desapareció.

-Sí, bueno...

Seguía casada. Nada había cambiado. Y aunque no lo estuviera, ni siquiera sabía si Pedro estaba disponible. Mientras ella sabía en el fondo de su corazón que había dejado de huir, estaba segura de que en el caso de él no era así.