martes, 24 de marzo de 2015

Un Extraño Amor: Capítulo 20

Echó un vistazo a Paula. Ella lo miraba con gesto expectante, impaciente por que empezara el espectáculo. Estaba impresionante con aquel vestido rojo carmesí y el pelo recogido en la nuca, dejando al aire su cuello terso. Pedro se moría de ganas de lamer aquella piel hasta hacerla estremecer.

Se miraron fijamente. Ninguno de los dos se movió ni dijo nada. Paula parecía tan insegura como él.
Entonces vió algo extraño en sus ojos y, por un momento, creyó que por fin había descubierto quién era.
–Qué se desnude, qué se desnude –empezó a decir Zaira dando palmas.
Paula sonrió a modo de disculpa y susurró:
–Está un poco borracha.

Finalmente Pedro consiguió reunir fuerzas para hablar e impostar el acento francés.
–Es su despedida de soltera, así que tiene derecho a todo.
–¿Quieres que ponga la música? –sugirió Paula señalando el equipo.
Él asintió, respiró hondo y se volvió a mirar a la docena de mujeres que esperaban verlo actuar.
Paula  apretó el botón y las notas de Je ne regrette rien llenaron la habitación.
–Oye –protestó Zaira–. Eso no es música de striptease.
–¡Nooo! –exclamó alguien–. Queremos un poco de acción.
–Lo siento –se disculpó él–. Tengo más discos en el coche. Enseguida vuelvo.
–¿No es raro? –preguntó Zaira mientras Pedro se dirigía a la puerta–. Ese tipo tiene música que no escucha nadie en el mundo excepto los franceses y la rara de mi hermanita.
Con la ayuda del CD equivocado y del acertado comentario de Zaira, Pedro estaba seguro de que Paula no tardaría en darse cuenta de quién era el Enmascarado. La tapadera no le serviría más. Se quedó de pie en el descansillo de la escalera sin saber qué debía hacer a continuación.

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