–Sí –dijo mientras pensaba: “Preciosa, todavía queda mucho para que las cosas estén claras”.
–Buenas noches, Pedro –se puso en pie a modo de sutil despedida.
Más que nada en el mundo, Pedro deseaba estrecharla en sus brazos y besarla apasionadamente, pero se contuvo de hacerlo recordándose que ya tendría tiempo de hacerlo. Sólo tenía que esperar un poco más.
–Buenas noches, Paula.
Volvió a su apartamento, a la cama vacía, pero no pudo dormir. No podía hacer otra cosa que no fuera soñar con Paula.
No hacía falta ser un genio para darse cuenta de que le gustaban las cosas relajadas e informales; resultaba evidente para cualquiera que observara los muebles que decoraban su casa, su ropa, su peinado e incluso su canción preferida… Je ne regrette rien. Paula era una mujer a la que no le gustaban las restricciones, una mujer que jamás se enamoraría de alguien que la atara de algún modo.
De un hombre corriente como él. Un hombre estable.
Era responsable, sí, pero eso no significaba que fuera aburrido, predecible o vulgar.
Al contrario de lo que seguramente ella creía de él, Pedro era un tipo imaginativo en la cama al que le gustaba jugar y probar cosas nuevas. Quería probar cosas nuevas con ella, juntos podrían dar rienda suelta a sus fantasías más salvajes.
El hecho de que viviera rodeado de libros y que dedicara su vida a la actividad mental no significaba que no ansiara la estimulación física. ¿Cómo podría ponerse esa máscara tres noches por semana y convertirse en Monsieur Enmascarado si no tuviera un lado aventurero?
No se le ocurría nadie mejor con quien compartir todas aquellas experiencias nuevas que Paula Chaves.
Seguramente ella pensaba que era un académico seco y estirado, lleno de teorías intelectuales y nobles ideales. No imaginaba cuánto le gustaba disfrutar de los placeres sensuales.
Cuando le hubiera enseñado todas esas cosas a través del Enmascarado y le hubiera hecho el amor hasta quedar exhaustos, se quitaría la máscara y le demostraría que el bueno de Pedro no era tan bueno.
En realidad, podía ser muy perverso.
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