—Baltazar me está ayudando a organizar las fotos. Ahí viene —dijo su madre, mirando hacia la puerta. Pedro se había olvidado de que Baltazar había quedado a su cargo—. ¿Te costó trabajo encontrarlas?
—No —dijo Baltazar, poniendo la caja sobre la mesa junto a la madre de Pedro—. Estaban en el trastero al lado de la máquina de coser, tal como usted había dicho —le echó a Pedro una mirada de sorpresa—. ¿Y tú no ibas a ir a esa cosa del golf con mi madre?
—Surgió algo inesperado —dijo Pedro encogiéndose de hombros.
—¿Tienes tiempo para echar unas canastas?
Pedro señaló la pila de fotografías qué su madre acababa de sacar de la caja.
—Me gustaría, pero parece que ustedes tienen mucho trabajo aquí.
—Prefiero jugar al baloncesto contigo —dijo Baltazar.
—¿No prometiste ayudar a mi madre?
Baltazar dirigió una mirada de ruego a la señora Alfonso, pero ésta no pareció notarlo. Toda su atención se concentraba en la foto que tenía en la mano.
—Mira qué precioso eras cuando bebé, Pedro.
Baltazar se acercó a mirar mejor.
—¿A ver?
—Pero si era una bola de grasa —rió Pedro.
—No eras gordo —se defendió su madre—. Eras un bebé enorme, eso sí. ¡Pesabas más de cuatro kilos!
—Yo pesaba cuatro kilos —sonrió Baltazar.
—Pero ¿No eras prematuro, tú? —preguntó Pedro extrañado.
—¿Y eso qué quiere decir? —preguntó Baltazar.
—Que naciste antes de tiempo —explicó la señora Alfonso.
—¡Qué va! —dijo Baltazar, negando enérgicamente con la cabeza—. Si yo nací más tarde. Mi madre me ha dicho que tuvieron que darte una medicina para hacerme salir.
—¿Estás seguro? —preguntó Pedro mirándolo fijamente.
Baltazar titubeó, claramente confuso ante el escrutinio de Pedro.
—Eso es lo que mi madre me ha dicho.
Pedro sintió una terrible opresión en el pecho.
—Pedro, no atosigues al pobre chico —dijo su madre, con un ligero tono de advertencia—. Antes, después..., ¿Qué importancia tiene?
Pedro quiso decirle que sí que importaba, que si Baltazar no era prematuro, quizá el niño era su nieto. Pero se mantuvo callado. Quizá Baltazar se había equivocado, así que decidió no decir nada hasta no estar completamente seguro.
—Mira esta foto, Pedro —dijo su madre, tomando otra foto para cambiar de tema—. Tendrías más o menos la edad de Baltazar. Estabas monísimo con tu uniforme de Boy Scout.
No hay comentarios:
Publicar un comentario