jueves, 25 de marzo de 2021

Conquistar Tu Corazón: Capítulo 36

 -¿Es usted pedagogo? Yo sí. Conozco el desarrollo temprano de la infancia y usted está a punto de frenar el de Joaquín -fue un golpe bajo y lo lamentó en cuanto vió su expresión de dolor-. Laura Myss me comentó que el lunes próximo es el Día del Viaje, un festivo dedicado a los viajeros y a los niños que emprenden su viaje vital. Me ha dicho que la tradición es que los niños reciban regalos, vayan a fiestas o hagan excursiones especiales. Parece la ocasión perfecta para que Joaquín conozca a niños de aquí. ¿No podemos al menos invitar a algunos a una fiesta del Día del Viaje?


-Planee alguna otra celebración, pero no esa -regresó al interior, dejándola indignada en la terraza.


Comprendió que en todo aquello había algo más que el ego de Pedro. Era un hombre acosado y todos sus instintos le indicaban que le brindara el alivio que pudiera. Intentó convencerse otra vez de que lo único que la motivaba era el bienestar de Joaquín. En poco tiempo el pequeño se había ganado un sitio en su corazón. Pero un espacio aún mayor corría peligro de ocuparse de su carismático padre. « ¡No!», la palabra estalló en su mente. Pedro era un príncipe con un reino que gobernar y en su vida había poco espacio para otra cosa. Su desastroso matrimonio era prueba de lo que podía hacerle a una relación su estilo de vida exigente. Pero sabía que había una atracción mutua. Era el hombre más encantador, sexy y excitante que había conocido, aunque era un hombre con una familia inmensa que la mujer que se uniera a él tendría que aceptar. Se preguntó cuándo había empezado a imaginar que compartiría su vida. Sería mejor afrontar el hecho de que nunca podrían disfrutar de intimidad y libertad antes de cometer la tontería de enamorarse de él. 





El impulso de salir de la habitación en pos de Paula y de su hijo fue muy fuerte, pero años de entrenamiento real mantuvieron a Pedro pegado a su escritorio.


-¿Adonde ha llevado a mi hijo?


El doctor Pascale parecía incómodo, bien consciente de que era portador de noticias desagradables.


-Parece que Laura Myss y ella se han llevado a Joaquín a visitar un jardín de infancia de Allora dirigido por la hermana de Laura.


-¿Solos? -no podía creer que fuera tan estúpida.


-Los acompaña el equipo habitual de guardias que creían, igual que yo, que tenían su aprobación.


-Ahora ya conoces la verdad -frunció el ceño y tamborileó los dedos sobre la superficie de piel de la mesa-. Le dije que no quena a otros niños alrededor.


El médico cruzó los brazos y lo observó preocupado.


-Creo que lo que tenemos aquí es un malentendido. Le dijo a Paula que no invitara a niños a la villa, pero no le dijo que no llevara a Joaquín hasta ellos, ¿Verdad?


-Semántica. Juegos de palabras.


-Tengo razón, ¿No? -insistió el médico.


Pedro respiró hondo y miró a su amigo con expresión hostil y retadora.


-¿No te cansas nunca de tener razón?


-No. Es una de las pocas compensaciones que tiene trabajar para usted.


-Debe de haber otros médicos en este reino, preparados para respetar la corona -afirmó ceñudo-, que agradecerían la oportunidad de conseguir un nombramiento real.


-Probablemente, pero no juegan tan mal como yo al ajedrez. 


-No obstante, no puedo dejar que Paula haga lo que le plazca en lo referente a Joaquín -expuso con franqueza.  No sabía qué lo irritaba más, si que se llevara a su hijo sin permiso o que tergiversara de forma tan astuta sus palabras. Aunque tuvo que reconocer que tenía agallas, ya que pocas mujeres lo habrían retado de manera tan abierta. Otro motivo por el que no podía dejar que se saliera con la suya-. Haz que regresen de inmediato - ordenó-. Quiero ver a Paula en cuanto hayan vuelto.


-¿Está seguro de que es inteligente hacer que Joaquín se marche con tanta brusquedad? -Andrés enarcó las cejas-. Entre su niñera, sus guardias y Paula se encuentra tan seguro como lo estaría bajo este techo, y lo más probable es que se, lo esté pasando en grande.


Pedro suspiró y temió que el médico tuviera razón... Otra vez.


-No es solo por Paula, ¿Verdad? -continuó al ver la tensión de su amigo- . Lo que le moleta es la idea de que Joaquín se halle entre otros niños.


-Ya es suficiente, Andrés -le lanzó una mirada que habría intimidado a cualquiera.


Pero el médico no era cualquiera. Hacía tiempo que se había nombrado mentor, consejero y conciencia del príncipe.


1 comentario:

  1. Me intriga mucho saber por qué no quiere que tenga contacto con otros niños

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