Pedro Alfonso, un marchante de antigüedades a quien se creía muerto, por fin había conseguido volver a Nueva York. Y se encontró a su mujer, Paula, embarazada y… prometida con otro hombre. No había perdido el tiempo en rehacer su vida. Sin embargo, Pedro conseguiría que volviera con él a toda costa.
Paula había resistido hasta que finalmente habían declarado muerto a Pedro. Él estaba sacando conclusiones precipitadas sobre la situación y su reticencia a creer sus explicaciones le estaba resultando insoportable. No permitiría que la recuperara… o eso se decía. Aunque las abrasadoras caricias de Pedro vencieran su resistencia.
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