martes, 18 de marzo de 2025

Recuperarte: Capítulo 11

 —Si todo va bien...


Él se volvió a toda velocidad.


—¿Por qué? ¿Te ocurre algo?


—No lo creo, pero me he hecho la prueba de embarazo esta mañana, así que...


—¿Estás de dos meses y lo has descubierto hoy? ¿Ni siquiera has ido al ginecólogo?


Paula tuvo que hacer un esfuerzo para no levantarse y darle un empujón. Si lo hacía, seguramente acabaría desmayándose de todas formas.


—No me levantes la voz.


—Ah, qué raro —dijo Pedro, irónico—. Normalmente eres tú la que grita.


—Siéntate y escúchame, por favor—suspiró ella. Luego esperó hasta que se sentó a su lado, el roce de su pierna demasiado tentador— Sé que suena raro, pero al principio no podía creer que estuviera embarazada.


—¿Era de eso de lo que querías hablar conmigo la semana que viene?


—Cuando el ginecólogo lo hubiera confirmado. 


Esperó mientras él procesaba esa información. Aquello no iba tan mal como había temido. Quizá a pesar de los insultos que se habían lanzado el uno al otro durante los últimos años, podían ser civilizados cuando se trataba del niño. Pedro puso un brazo en el respaldo del sofá, casi tocando su hombro.


—Sigo sin entender una cosa.


—¿Qué?


—Si te has hecho una prueba de embarazo esta mañana, ¿Por qué no me lo has dicho antes de que el divorcio estuviera finalizado?


Y ella esperando que no hubiera una discusión... Debería haber imaginado que Pedro no iba a dejarlo pasar. Y quizá su tenacidad era precisamente la razón por la que no se lo había dicho. ¿Y si intentaba detener el procedimiento? Ya había sufrido suficiente por aquel hombre y no habría podido soportar que quisiera seguir casado con ella sólo por el niño.


—Esto no cambia nada.


—¿Cómo que no?


Paula se levantó, nerviosa.


—Me pondré en contacto contigo después de ir al ginecólogo —suspiró, tomando su maletín—. Tenemos siete meses para determinar la custodia y la pensión alimenticia.


En un segundo, Pedro estaba a su lado.


—No estoy hablando de eso. ¿De verdad crees que habría seguido adelante con el divorcio si me hubieras dicho lo del niño? ¿O querías que fuera un secreto? ¿Querías apartarme de tu vida lo antes posible?


—Eso no es justo —replicó Paula. Aunque había una parte de verdad en lo que estaba diciendo, sabía que aquello era lo mejor para los dos— Estábamos a punto de separarnos cuando nos enteramos de que había una niña en adopción. Seguimos juntos por Camila y no sirvió de nada. Al contrario, nos alejamos aún más después de que nos la quitaran. Y yo no puedo... No puedo pasar por eso otra vez.


—No... —Pedro tragó saliva—. No utilices a Camila para desviar la conversación.


Ocho meses antes, cuando les quitaron a Camila, Paula hubiera dado lo que fuera por tener el consuelo de su marido. Pero se había encerrado en sí mismo, la había dejado fuera; básicamente la había dejado sola, lidiando con el momento más duro de su vida. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario