Para Paula Chaves, conocer al doctor Pedro Alfonso había sido una especie de bendición, ya que era capaz de cualquier cosa por hacerla feliz. Ya no podía imaginar su vida sin él...
Así que cuando llegó el momento de que Pedro regresara a Ámsterdam para siempre, se sintió incapaz de dejar allí a Paula. Por eso le ofreció un empleo en su nueva consulta. Pero… ¿Quería que fuera su secretaria... o su esposa?
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